Es
oficial: el primer coche eléctrico de Mazda tendrá una batería de 35,5 kWh y un
motor de 103 kW (140 CV)
Akira Marumoto, CEO de Mazda, ya lo había confirmado, la firma de Hiroshima tendrá en su catálogo un coche
100 % eléctrico en 2020 y eléctricos de rango extendido con motor rotativo poco
tiempo después. Y a pocos días del Salón de Frankfurt, al que la marca no
acudirá, Mazda ha empezado a desvelar un poco más acerca de ese futuro coche
eléctrico. Y lo hace con una mula (prototipo) con aspecto de CX-30.
Mazda aprovecha la carrocería de un Mazda CX-30, que inicia su comercialización estos días, para dar a
conocer los primeros detalles de su futuro coche eléctrico. Un muy reducido
grupo de medios, sobre todo anglosajones, ha podido rodar en Noruega al volante
de este prototipo.
Mazda
nos recuerda que no se trata de un futuro CX-30 eléctrico, pues su futuro
modelo será un coche totalmente nuevo. Eso sí, podemos esperar de él un diseño
Kodo, unas dimensiones similares y que sea un crossover, para aprovechar la ola
de los SUV y gustar al máximo número posible de clientes. Su presentación
oficial está prevista para el próximo Salón de de Tokio, en el mes de
noviembre.
Una
batería de tan sólo 35,5 kWh
A nivel técnico, Mazda ha
confirmado la presencia de un solo motor eléctrico de 103 kW (140 CV) y 265 Nm
que moverá las ruedas delanteras. Irá asociado a una batería
de 35,5 kWh de capacidad. Equipará un cargador de 6,6
kW y otro de carga rápida a 50 kW.
La
marca no habla de autonomía, pero con una capacidad que se nos antoja limitada
frente a sus posibles rivales, sería sorprendente si supera los 250 km. Y es
que un Nissan Leaf de 40 kWh en
condiciones reales de uso puede alcanzar los 270 km (cuando la EPA
estadounidense ha homologado una autonomía de 250 km para el Leaf de 40 kWh).
Son cifras no sitúan al
futuro Mazda eléctrico en lo más alto de los ranking. Está
claro que la marca japonesa no persigue una enorme autonomía eléctrica o
aceleraciones de deportivos a lo Tesla. De cierto modo tiene sentido. Unas
baterías más pequeñas implican menos peso en el coche final y un coste,
financiero y ambiental, inferior para producir la batería.
Mazda
ha optado por una frenada regenerativa baja en su prototipo, pero están
considerando la posibilidad de ofrecer al conductor una regulación de ésta, de
menor a mayor intensidad, incluso con levas en el volante. El coche tendría así
más “freno motor” e imitará la desaceleración que tendríamos al bajar una
marcha tirando de una leva. De cierto modo, es mantener el placer de
conducción, algo importante para Mazda.
Un Mazda eléctrico o híbrido en
función del mercado
Por otra parte, Mazda ha confirmado que la
plataforma sobre la que se asentará este eléctrico, podrá acoger toda clase de
sistemas de propulsión electrificados, desde el 100 % eléctrico de batería
hasta un híbrido convencional, pasando por híbridos enchufables e incluso un
eléctrico con extensor de autonomía. Éste no sería otro que un motor rotativo, una de las señas de identidad de Mazda.
Todas estas variantes llegarán al mercado, pero
no a todos los mercados. Y es que Mazda propondrá una de esas soluciones o
varias, eléctrico e híbrido enchufable, por ejemplo en función de la demanda de
cada mercado. En Noruega no cabe duda que será eléctrico, pero un híbrido enchufable
o eléctrico de autonomía extendida tendrá más sentido en mercados donde se
acostumbra a hacer muchos kilómetros. ¿Qué versiones llegarán a Europa? ¿Y a
España? La respuesta, a partir del próximo mes de noviembre.
Daniel Murias
5 Septiembre 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario