Bimbo y
COVID-19: la operación (y la ayuda) pasan la prueba
26/mayo/2020
Su
estrategia de continuidad de negocio integró el apoyo a las misceláneas,
protección a su personal y abasto pleno al consumidor.
Todos los días, a partir de las 08:00, el Comité de Continuidad
de Negocio de Grupo Bimbo se encuentra virtualmente para tomar decisiones sobre
la marcha de la empresa en tiempos de confinamiento por la pandemia de
COVID-19. En ese espacio, distintos líderes de las divisiones de la compañía
definen acciones que se convierten en hechos inmediatos en los 300 centros de
distribución y 22,000 rutas de reparto que tiene en México.
José Manuel González Guzmán, director comercial de Grupo Bimbo,
es uno de esos tomadores de decisiones. Nos comparte que en este tiempo, desde
el comité se han definido acciones que han modificado las dinámicas integrales
de procesos como horarios de reparto, hasta todo el diseño del programa “Bimbo
Contigo”, integrado por al menos una decena de acciones de apoyo a los
microempresarios, propietarios de misceláneas, que constituyen uno de sus
principales brazos de negocio.
El grupo logró todo lo anterior en un plazo de entre dos y tres
semanas. El nivel de complejidad de la operación de Bimbo en tiempos de
COVID-19 trastocó todas las capas del negocio: la más visible está en los
exhibidores. Pero envuelve, por supuesto, a todo su personal de logística y
fabricación, de comunicación y mercadotecnia, de finanzas... impacta en todas
las áreas de negocio. En momentos así, ¿en función a qué se toman las
decisiones que repercutirán entre sus miles de colaboradores en el país?
“En función a la gente”,
afirma, categórico, González Guzmán. A la gente que escuchan a través de de su
Connection Center, dirigido a los propietarios de tiendas y pequeños comercios,
que pueden acceder a él por teléfono, correo electrónico, chat y redes
sociales, para resolver necesidades relacionadas con Grupo Bimbo y asegurar el
abasto y distribución puntual, aun durante la crisis.
Ese espacio es vital para escuchar a sus clientes y brindarles
soluciones, como la ampliación de tiempos de pago a través de su programa
Crédito Pesito1 —en el que la mercancía se deja en anaquel, pero el cobro por
la misma llega días después, para favorecer las ventas y liquidez de la
tienda—. También en el uso de Qiubo, una plataforma que ofrece tecnología a los
pequeños comercios para que puedan recibir pagos con tarjetas de crédito,
débito y vales de despensa, vender tiempo aire y cobrar servicios.
El director comercial reconoce que Connection Center es uno de
los faros guía del Comité de Continuidad de Negocio, en su diseño de acciones.
Que Grupo Bimbo sea una empresa global también ha sido un factor
decisivo en su capacidad de reacción y adaptación para afrontar la crisis
sanitaria por COVID-19. Tiene presencia en 33 países. Así que lo que vio el
corporativo en, por ejemplo, algunas naciones europeas, también le ayudó a
capitalizar la experiencia para prepararse frente a la oleada en México.
Protección al personal
En la contingencia sanitaria por COVID-19, Grupo Bimbo ha
cuidado a los microempresarios de las misceláneas y tiendas de abarrotes. Pero
también a sus colaboradores internos.
González Guzmán
comenta que, por ejemplo, la empresa modificó sus procesos del protocolo
liquidación exprés (el corte de caja de lo que cada unidad repartidora recibe
de las tiendas), que antes de las Jornadas de Sana Distancia tomaba un promedio
de 40 minutos, y que ahora puede resolverse en 15 minutos. Además, a la entrada
de las instalaciones de los centros de reparto y de fabricación hay estaciones
que toman la temperatura de todos y cada uno de los colaboradores que están por
ingresar. También hay túneles de desinfección. Una vez dentro de las
instalaciones, esas acciones continúan con el lavado de manos constante, gel
desinfectante, uso de cubrebocas, guardar distancias de metro y medio.
En el comienzo de la
Jornada de Sana Distancia la compañía mandó alrededor de 5,000 colaboradores a
su casa, asegurando salario y puesto, porque se encontraban entre los grupos
vulnerables. No obstante, Grupo Bimbo ha logrado garantizar el abasto al poco
más de un millón de misceláneas que atiende en México. La marca Bimbo, al igual
que Marinela, Barcel, Ricolino, Tía Rosa, Milpa Real, Sanissimo y Suandy han
seguido llegando a sus espacios en los anaqueles.
Un esfuerzo coordinado que ha funcionado, de manera óptima, en
las manos de los miles de trabajadores que tiene en el país. Un esfuerzo que es
reconocido ampliamente por el Grupo, asegura su director comercial, y que será
agradecido en una campaña que está por comenzar en México: en los empaques de
sus diversos productos irán impresos los nombres de sus colaboradores, como un
homenaje a la fuerza de trabajo que ha sabido cumplir una misión titánica que
se construyó con base en la protección de la gente.
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