Amazon: ¿bueno para los clientes, malo para la competencia?
Thomas Kohlmann
16/julio/2020
Hace
25 años, Amazon vendió el primer libro en Internet. Lo que comenzó en un
garaje, con solo unos pocos empleados, es ahora una preocupación para los
reguladores de competencia de Estados Unidos y la UE.
El 27 de julio, Jeff
Bezos, el fundador del gigante Amazon tiene que comparecer ante el Comité de
Competencia del Congreso de Estados Unidos, dos décadas y media después de
haber vendido el primer libro en su plataforma en línea. Al igual que él, los
jefes de Facebook, Apple y Google tendrán que responder preguntas de los
parlamentarios estadounidenses en las próximas semanas. Pero, a diferencia de
lo que ocurre con ellos, para Bezos es la primera vez.
Se trata de revisar las
prácticas comerciales y de si los minoristas que usan Amazon como plataforma de
ventas reciben un trato justo. También de los datos que la compañía de Bezos
recopila cuando otras empresas venden productos a través de su plataforma, y de
comprobar si Amazon y compañía obstaculizan a la posible competencia o
simplemente la absorben.
Tanto los
demócratas como los republicanos estadounidenses están de acuerdo en que la ley
antimonopolio debe ser reformada, si es posible, el próximo año. “Las leyes
antimonopolio se crearon para un entorno de mercado completamente diferente a
principios del siglo XX. Luego se revisaron hace algún tiempo para regular las
principales compañías de telecomunicaciones. Pero nunca estuvieron ideadas para
nuevas compañías y plataformas tecnológicas, como las actuales”, afirmó Keneth
Buck, diputado republicano.
Lo que los
legisladores quieren evitar en cualquier caso, según Buck, es que unos pocos
gigantes de alta tecnología dominen todo y obstaculicen la competencia y la
innovación.
De empleado
bancario a millonario
Todo comenzó hace 25 años.
A mediados de la década de 1990, Jeff Bezos, graduado en ciencias de la
computación y economía, trabajaba como banquero de inversiones en Nueva York.
Muy pronto, se dio cuenta del potencial del comercio por internet.
“Encontré
información en un sitio web de que Internet estaba creciendo en un 2,300 por
ciento anualmente”, dijo en una de sus pocas entrevistas. “La idea de crear una
librería en línea me hechizó”, afirmó el multimillonario.
Los
estadounidenses gastaron 19,000 millones de dólares al año en libros a mediados
de la década de 1990. “Para mí estaba muy claro, cuando pensaba en ello, que
crearía una compañía que vendiera libros en línea”, dijo Bezos. “Sabía que si
no lo intentaba, me arrepentiría toda mi vida”, agregó. Bezos fundó en 1994 su
empresa Cadabra en un garage y logró dejar atrás a la competencia. Durante años
logró convencer a los inversores de seguir apostando por su empresa, aunque no
tuviera ganancias. Hasta 2001, cuando durante el primer trimestre tuvo cinco
millones de ganancias.
10,000
dólares por segundo en ventas
En la
actualidad, Amazon logra fácilmente esa cantidad en menos de dos días: en 2019,
las ventas del grupo empresarial fueron de más de 280,000 millones de dólares.
A mediados de abril de 2020, el diario británico The Guardian calculó
que Amazon ganaría 10,000 dólares por segundo en ventas por el auge del
comercio en línea durante la crisis del coronavirus. Además han agregado otros
servicios como, Amazon Pay, Amazon Music, Prime Video y el lucrativo negocio de
las nubes virtuales.
Comercio electrónico, fiebre del oro
Bezos
comprendió desde el principio que “había una fiebre del oro en el comercio
electrónico”, recuerda James Marcus, uno de los primeros empleados contratados
por Bezos en 1996 para escribir reseñas de libros. Incluso entonces, ya Bezos
pensaba en todo lo que podía ofrecer en su plataforma y enviar como paquete,
afirma Marcus.
Para Brad
Stone, experto en tecnología y autor de la biografía de Bezos “La tienda de los
sueños. Jeff Bezos y la era de Amazon”, la relación entre Amazon y los
minoristas que venden sus productos en la plataforma, es similar a la relación
entre el traficante de drogas y los heroinómanos. Por supuesto, es tentador
para los comerciantes si de repente obtienen acceso a más de 200 millones de
clientes solo en Estados Unidos (más de 400 millones en todo el mundo), tienen
toda su información de las tarjetas de crédito y pueden convertirse en clientes
con un solo clic.
“Hoy en día,
más de la mitad del volumen comercial corresponde a estos minoristas, a quienes
Amazon vende servicios complementarios como logística, finanzas o servicios en
la nube. Los minoristas y los consumidores se benefician de los efectos de la
red”, aclaró el experiodista económico. Pero, al final, esta relación también
puede ser destructiva, dice el autor Brad Stone: “Amazon te despluma cuando se
trata de tus márgenes y luego compite contigo”.
El mantra
de Amazon: hacer felices a los clientes
El éxito de
esta compañía durante 25 años radica en haberse centrado en satisfacer al
cliente, lo que solo es posible a los altos ritmos de trabajo en los centros de
logística y las empresas involucradas para que el cliente reciba la mercancía
en tiempo récord.
El economista
Holger Schmidt cree que no tiene sentido que los políticos y las autoridades
encargadas de la competencia cambien las reglas, causando desventajas para
Amazon y otros gigantes de la alta tecnología: “Las plataformas deben ser
tratadas de manera diferente que las compañías clásicas. No conozco a ningún
consumidor que se queje de Amazon “, enfatiza Schmidt.
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